porque al impaciente se le olvida la miel del presente

martes, 12 de abril de 2011

E.L.la

Llegó pronto, justo a tiempo, cuando yo más la necesitaba.
Ella se hizo de mi y yo me hice de Ella, crecíamos juntas y cambiábamos juntas.
A veces (casi siempre) Ella ponía la inteligencia y yo la tontería, pero otras veces era alreves... aunque "nunca destaqué por mi inteligencia"
Nos queríamos a rabiar.
Jugamos a todos los juegos, hablamos de todos los temas, hicimos todo tipo de gilipoyeces y nos reímos de todo y más.
Pero STOP.
Yo me fui, me fui con Otra, sólo era temporal, la estaba descubriendo, tenia claro que Ella seguiría siendo Ella, y que Otra no la reemplazaría, simplemente porque no hay dos de Ella, Ella es única. Y ahí la cagué.
Yo empecé a cambiar de aires mientras Ella seguía en su sitio, no me di cuenta de que poco a poco estaba perdiéndola.
Pasó el tiempo y Ella empezó a cambiar también, a cambiar de aires, pero lo peor es que cambio su sonrisa, ahora no se a quién se la cambió, pero su sonrisa, la que era mía, ya no esta.
Empezaron los distanciamientos, las dudas de ¿seguiré siendo suficiente?, Ella empezó a meterse en su mundo y yo empecé a dejarla.
Hace relativamente poco empecé a preocuparme por Ella, pero ya era demasiado tarde, porque las cosas que había estado dejando para luego se habían vuelto imposibles de resolver.
 No se, ahora ella es Ella y yo soy Yo, dos personas distintas que lamentablemente ya no comparten la sonrisa.


"La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. "

1 comentario:

  1. Qué triste este blog Luci. Pero muy bonito. Creo que adivino quien es Ella, pero no estoy segura del todo... (eso significa escribeme un email en cuanto leas esto)
    Mañana skype o movil no?

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